Reconocen a la Becene en la Cámara de Diputados, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

 

Comunicación Social

LCC. Manuel Alejandro Islas Peña

LCC. Bertha Rafaela Palomares Ramírez

 

La Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado, (BECENE), recibió reconocimiento, en la Cámara de Diputados, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, por cumplir con el Decreto de Depósito Legal en 2015, ya que es una institución que donó ejemplares de sus publicaciones a las bibliotecas del Congreso de la Unión.

De esta manera la Normal del Estado de San Luis Potosí, cumplió con la entrega de ejemplares de sus producciones editoriales, resultado del trabajo intelectual de catedráticos de esta institución que están contribuyendo a  la memoria histórica de México. Esta distinción fue recibida, en representación del doctor Francisco Hernández Ortiz, Director General de la Becene, por la LCC. Bertha Rafaela Palomares Ramírez, responsable de la Unidad de Comunicación Social. La Normal del Estado ha recibido este reconocimiento por tercer año consecutivo.

Los antecedentes del depósito legal en México datan de la ordenanza de 1711, la cual establecía que los autores debían enviar ejemplares de sus obras a la Librería Real como una prueba de que el libro había sido impreso realmente. De igual manera, en 1813 las Cortes de Cádiz establecían la obligación de remitir dos ejemplares a la biblioteca de Cortes. Estas disposiciones incluían a los impresores y estampadores del reino español, así como a la provincia de la Nueva España.

La Ceremonia tuvo lugar en Auditorio “Aurora Jiménez de Palacios” del recinto Legislativo, encabezada por el presidente de la Mesa Directiva, Jesús Zambrano Grijalva y el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), César Camacho. Se  contó con la presencia de Carlos Anaya Rosique, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana; la presidenta del Consejo Editorial, diputada Adriana Ortíz Lanz de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI); el secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara; y, el secretario de Servicios Parlamentarios, Juan Carlos Delgadillo Salas.

 

En su mensaje el  presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, destacó la importancia de la contribución editorial para mantener viva la memoria histórica de México.

Afirmó que un país que no tiene memoria no puede construir con certidumbre el futuro inmediato y, sobre todo, el de mediano y largo plazo. “Es una obligación legal, pero no se tiene la dimensión de la enorme contribución que se hace con las ediciones”.

Finalmente  Zambrano fue enfático en que las y los jóvenes deben saber que hay un lugar donde se puede consultar la evolución de la nación. Un acervo histórico del desarrollo de la vida económica, social, política y educativa del país que, los editores, como consignadores, hacen que esté contenido en la Cámara de Diputados, subrayó. Resaltó que la biblioteca debe ser un sitio amigable, el cual genere una franca tentación, en un tiempo en que el mundo digital parece involuntariamente atentar contra la obra escrita.

Por su parte,  César Camacho,  presidente de la (Jucopo), consideró que se deben encontrar mecanismos que logren coexistir en un ambiente de mutuo respeto, para que los jóvenes diestros en la tecnología puedan acceder al conocimiento por esa vía y que la otra generación siga con la costumbre de hojear un libro, oler la tinta fresca e incluso a suponer la voluntad y estados de ánimo e intención del autor.

“Hoy se les hace un sencillo, pero significativo reconocimiento a ese ente animado que signa lo que hemos sido, lo que somos y lo que se aspira a ser”.

También afirmó que “este acto no sólo es en cumplimiento de un deber jurídico, sino en el caso de Ustedes, un deber ético y en el caso nuestro, una obligación: consignar en las bibliotecas de la Cámara de Diputados y el Congreso de la Unión, la intensa y prolífica obra que han llevado a cabo durante los últimos meses”.

 

En su participación, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), Carlos Anaya Rosique, hizo un llamado a los diputados a fortalecer el eslabón de la cadena libro-lector, es decir, las bibliotecas públicas. Opinó que de poco sirve albergar textos en “edificios majestuosos” si a estos no se les destina presupuesto para dotarlos de contenido editorial.

“Los libros provocan y alientan la convivencia social. La palabra y el idioma son elementos que alimentan la comunicación, que crean conciencia y hermanan a las comunidades. Por tanto, debemos pugnar porque la biblioteca se convierta en un centro de convivencia familiar, donde los niños y jóvenes se reúnan para hablar de libros más allá de las obligaciones escolares”, enfatizó.